jueves, 11 de septiembre de 2014

Piscología Positiva

La Psicología Positiva busca estudiar científicamente el funcionamiento psicológico óptimo del ser humano, enfocándose en las cualidades y emociones positivas. Desde ésta perspectiva, intenta corregir el desbalance que ha existido en la investigación y la práctica de la psicología, dirigiéndose hacia los aspectos positivos del funcionamiento y experiencia humana. Esta orientación pretende entender las condiciones, los procesos y los mecanismos que caracterizan la buena vida; y por lo tanto se enfoca en investigar sobre las experiencias positivas subjetivas, los rasgos positivos individuales, las instituciones positivas (Seligman y Csikszentmihalyi, 2002) y las relaciones interpersonales positivas (Seligman, 2009).
En el futuro, se propone estudiar las bases biológicas del bienestar, profundizar en las diferencias entre culturas, considerar los factores de riesgo y protectores para la salud física, insertarse y contribuir al desarrollo de las neurociencias, y por supuesto diseñar y desarrollar intervenciones en los diferentes contextos: educativos, relaciones humanas, comunidades, organizaciones, etc. Esta amplitud y complejidad exige que la Psicología Positiva considere otras disciplinas (medicina, salud pública, economía, administración, entre otras.), construya medidas más objetivas, maneje las distintas necesidades propias de cada contexto, para dar respuestas y tener una perspectiva más sistémica y dinámica sobre la salud y el bienestar integral del ser humano (Peterson y Park, 2009).




Esta información fue recopilada de;

Según la Psicologìa Positiva existen 3 Tipos de felicidad

   


Los creadores de la Psicología Positiva comenzaron por realizar una exhaustiva revisión de las grandes obras filosóficas, antropológicas, históricas, religiosas y literarias tanto de Occidente como de Oriente. Entre muchos otros textos, estudiaron el Código Samurai, la Biblia, los escritos de Confucio, de Aristóteles, Epicúreo, Tomás de Aquino, etc. Posteriormente, el análisis de los resultados del cuestionario que elaboraron para delimitar cuáles eran los principales factores asociados a la sensación de felicidad, los lleva a concluir que existirían tres tipos de felicidad o tres caminos para llegar a una felicidad más real o profunda.


1.- Vida Placentera (Emociones Positivas): es el nivel más superficial de felicidad y el de más corta duración. Se remonta a los epicúreos y se refiere al bienestar producto del disfrutar de la comida, del sexo, de la bebida o de una buena película, como explica Seligman. Se trata de aprender a gozar de los placeres de la vida y desarrollar métodos para disfrutarlos mejor (compartirlos con los demás, describirlos, recordarlos y usar técnicas de meditación para estar más conscientes de ellos).


2.- La Buena Vida o (Involucrarse Comprometidamente): nivel intermedio de felicidad que se refiere a lo que Aristóteles llamaba eudaimonia, que ahora se denomina estado de flujo. Se trata de la felicidad que surge cuando disfrutamos haciendo algo en lo que sentimos que somos buenos. Para alcanzarla, es necesario identificar cuales son nuestras habilidades o talentos y encontrar dónde usarlos de una manera comprometida, reconstruyendo la propia vida de forma tal de involucrarse en una actividad que le facilite el ponerlos en práctica frecuentemente. Así se logra no sólo un gozo transitorio, sino la sensación de que el tiempo se ha detenido al estar tan absortos en lo que hacemos. Según Seligman, la Buena Vida no es esa vida pesada de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con la música vital.


3.- La Vida con Sentidoo: estado superior de felicidad y la más duradera. Se trata de poner las habilidades y virtudes al servicio de alguna causa que se sienta más grande y más allá de uno mismo. Es más que pasarlo bien o estar narcisistamente satisfechos con lo que hacemos bien; se refiere a encontrar aquello que realmente nos motiva en la vida como para desear aportar algo al mundo (una misión, como diría Maslow). Para ello tenemos que identificar nuestras creencias y valores, para después poner nuestras fuerzas al servicio de algo que esté afuera de nosotros mismos. El sentido de vida no se encuentra mirándonos el ombligo, sino que nuestra vida adquiere significado en relación con lo que nos rodea. Cabe aclarar que, aquello que nos produce sentimientos positivos más profundos no es la satisfacción de nuestros deseos ni los logros, sino que lo que nos gratifica es el proceso.


Esta información fue recopilada de;
http://ligasmayores.bligoo.com/content/view/7918291/Psicologia-Positiva-Tipos-de-Felicidad.html